viernes, 23 de agosto de 2013

Verde que te quiero verde (7/2)

 
 
 
¡¡¡¡Beep, Beeeeep!!!!

Sonaba un cláxon. En efecto, eran el r5 y el golf, que al verlo allí parado decidieron bajarse a comentar la jugada. Entonces pudo distinguir que las llantas las había sacado de un Renault Clio Williams.

-¡¿Que pasa tio?!.-Comentaba el muchacho del r5.- Vaya juguete que te gastas. ¿Tienes un ratillo? Me gustaría conocer algo mas tu coche, nunca me habían adelantado un Sunny, hasta hoy.

-Si bueno, supongo que no hay problema porque fumemos un pitillo charlando un rato. ¿Tu que dices?

Preguntándole a Monique.

-Haz lo que te de la gana...

-¡Al carajo Monique, vete al carajo!.

Aparca el sunny junto al r5 y al golf, una bonita estampa por cierto, y Monique se baja para llamar desde la cabina de la gasolinera.

El dueño del r5 era un chaval de 22 años, de gran estatura y con una cara bastante simpática. De primera impresión se diría de él que tenía una personalidad bastante carismática.

-¿Fumas canutos?. - Pregunta el dueño del r5.- Que, a todo esto, me llamo Edu y él (refiriendose al del golf) es Antón.

-Pero todo el mundo me llama "Antuán" (Antoine).

Antuán rondaría por aquel entonces los 30 y pocos años, de etnia gitana y con muy buenos modales. En su muñeca gastaba un reloj de oro, de estos que no hace falta ser un experto para darse cuenta de que vale una puta pasta, y también destacaba su elegancia en lo que a vestimenta se refiere.

-Encantado de conoceros, yo soy Jota. ¿Sois de aquí de Pontedeume?

-¡Que va! Yo soy de Cambados y éste es de aquí de Coruña.

Dice Edu dándole un trozo de hachís.

-Espera, hazte tú uno de los míos entonces.

Y Jota se lo da a Antuán, pero éste se lo rechaza.

-Que va amigo, yo solo fumo no se líar, que lo haga el Edu.




Entre risas y tal se incorpora Monique a la conversación, estaban hablándo sobre lo raro del Sunny, Antuán puntualizó que su primo había tenido un Swift, que le recordaba bastante al Nissan. Jota les comenta de donde había salido el motor y El Edu sorprendido exlamó:

-¡Claro, así es que en 3º me comías!

-Pero el r5 también anda a dios, ¿Que lleva montado?.

Pregunta Monique.

-Pues yo no le monté nada, en teoría está solo de serie pero el mecánico al que se lo compré le había puesto un manómetro y un grifo para regular la presión de soplado del turbo desde el interior del coche. A veces se lo subo un pelín para pegar un par de sustos pero no quiero joderle la culata. Además así que coge temperatura pega un bajón tremendo.

-¿Llevas intercooler?

Apunta Jota.

-No, no lleva, ¿Se notará eso?

-Pues nunca hice la prueba, pero imagino que al enfríar el aire de admisión rendirá mejor ya que entra más cantidad de oxígeno.

Se fuman los canutos hablando acerca del r5 y Antuán le comenta a Jota que su chocolate está muy bueno y si sería posible pillar algo. Jota le comenta que lleva algo encima, pero Antuán no preguntaba por unos talegos, se refería a llevarse algo mas de cantidad para Coruña, para venderlo allí. Se dieron los teléfonos y quedan en que Jota lo llamaría para quedar.



Jota todavía tiene una semana libre antes de incorporarse a su nuevo trabajo, y este finde Charly tiene planes para él, así que se dirigen de nuevo a Covas, a montar la amortiguación del Corsa, y a echar cuentas para el viaje que les espera a La Palma.

La altura del Corsa queda tal que así.


Aunque sin la defensa de Gt/Gsi, color amarillo y llantas de calibra.

-¡Mierda!. -Monique no está satisfecha.- Esto está muy alto aún. Le voy a cortar los muelles ¡eh!

-¿Qué dices?, Eso tienes que ir fatal.

Dice Jota.

-Un poco solo delante. Es que ¡Joder! Sigue estando alto y no había muelles mas bajos. Y total arrastrando el fondo del coche tampoco voy a ir demasiado rápido.

-Bueno, tu verás. Es tu coche.

-¡De momento!- En tono burlón.

Desmontan de nuevo la amortiguación delantera, Monique le hace la marca al muelle, para que Jota le pase la radial. Cuando lo vuelven a montar, a ella ya le cambia la cara. Las llantas de Calibra le gustaban, pero todavía no estaba del todo a su gusto y sus llantas las tenía el Polo, que estaba durmiendo en el depósito a la vista del juicio, pero ya empezaba a tener la altura deseada.

Charly entra en el garaje y trae consigo una pequeña mochila. La apoya en el suelo y de repente Monique se marcha del lugar para meterse en casa.

-Jota, aquí están los 500gr que me pediste. Espero que el tipo ese sea de fiar, ¿seguro que no es madero no?

-Hombre, un madero gitano, aún no vi ninguno.

-Tú no te fíes. Cualquier día un cabrón te joderá el culo como no andes con ojo, confié en tí porque te vi demasiado cuidadoso hasta con un jodido papel. ¡No me falles!

Charly se marcha y Jota se queda pensativo, era incapaz de pensar que Antuán fuese madero, pero ¿Que se lo garantizaba?
Trama un plan con Monique. Llevará la droga hasta un aparcamiento en el pinar de la playa de cabañas en el Sunny, por si hay problemas con los verdes antes de llegar, luego dejarán el paquete en el Corsa, que Monique llevará vacío hasta allí, entonces se moverán en el Nissan libre de drogas hasta el aparcamiento junto a la rotonda, para evitar altercados en el momento de la entrega.

Llama a Antuán y le dice de quedar al día siguiente a las 14:00 horas en dicho aparcamiento, la hora de comer es un buen momento para eludir a los policías.

Una vez pactado, Jota y Monique se van a la cama, pero no es capaz de dormirse, es la primera vez que va a llevar esa cantidad encima, así que está con la cabeza de la tortuga asomando.

Mañana será un día extraño.